Parece que los días dorados de las consolas han pasado. En
principio se atribuyó la caída de ventas a que las consolas ya eran viejas,
todas con siete años de antigüedad. En este tiempo, la Xbox
360 ha vendido 74 millones de
unidades; la Play 3 de Sony, 77 millones (la mitad que la
PlayStation 2, 157 millones) y la
Wii de Nintendo, 100 millones. Sin embargo en
noviembre se estrenó la Wii U y sus
ventas son mucho más bajas de las previstas. Desde entonces ha vendido 3,4
millones de unidades, cuando había una previsión de 5,5 millones.
En el último año, la consola
Xbox le ha dado a Microsoft 10.000 millones de dólares, la mitad de
los ingresos de Windows, pero muchas menos ganancias. La industria de la
consola casi trabaja bajo márgenes, a diferencia de la del software. Si con la consola, el beneficio es un
15% en el caso de sus programas Windows y Office llega al 60%.
Se espera que la nueva Xbox One incluya Kinect, el reconocedor de gestos con el que Microsoft se colocó en
la vanguardia del videojuego hace unos años. También tendrá reconocimiento de
voz, Skype, conexión directa a Netflix, Hulu y otros sitios de descarga de
vídeos. Su conexión Live tiene 40 millones de usuarios y seguirá siendo otro de
sus puntos fuertes.
La consola como aparato se enfrenta a un reto que excede al del
juego. Perdida la batalla del juego casual en manos de los móviles, ahora se
trata de conquistar el hogar. Pero por ahí también intentan entrar Apple,
Google o Amazon con sus plataformas de ocio ligadas al televisor y a cualquier
aparato del hogar.
La consola no siquiera el eje del juego que viene. La primera
tienda de juegos se llama Apple, con más de 175.000 títulos en su App
Store. Los ingresos por esta afición han aumentado un 24% en la red social Facebook. Nuevos
estudios han nacido para diseñar juegos para móviles, tabletas y redes
sociales. En el último año, la venta de juegos en las tiendas de Estados Unidos
han caído un 21% (ingresaron 8,9 millones de dólares), mientras que las
descargas han subido un 16% (5,9 millones de dólares).
En abril en Estados Unidos, la vieja Xbox 360 vendió en torno a 130.000 consolas, Playstation 3
unas 100.500 y Wii U, 38.000. Durante más de dos años, la consola local Xbox ha
sido la más vendida del país, que mueve el 60% de los ingresos mundiales de
esta industria. Sin embargo, la Xbox aún es débil fuera de su patria. El reto
de Microsoft es seguir ampliando su mercado con la consola Xbox One, ciertamente, inimaginable cuando se aventuró en
una industria dominada absolutamente por Japón.
Fuente: El País Digital
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