Tras la aparición de los primeros móviles, los
usuarios poco pudimos hacer para resistirnos a tener un teléfono móvil en
nuestro poder. Con el paso del tiempo, las compañías vieron como un buen
reclamo para conseguir clientes era regalar terminales con las altas nuevas. La
evolución de los terminales hacía que los usuarios, decidiéramos cada x tiempo
el último modelo de la marca M y cada uno hacía sus “artimañas” con cambios de
compañía, altas nuevas… con el fin de poder cambiarse el teléfono móvil.
Las compañías telefónicas se dieron cuenta de todas
estos movimientos y decidieron poner contratos de permanencia a los usuarios
para tenerlos atados, como mínimo, durante un año.
La aparición
del iPhone en el 2007, provocó una auténtica revolución en el mundo de la
telefonía. Se trataba de un terminal táctil con conexión a Internet y daba un
golpe de efecto sobre los móviles que hasta el momento se comercializaban.
Apple decidió poner un precio para entonces desorbitado, pero el resultado fue
todo un éxito y el volumen de ventas fue un auténtico éxito. En ese
momento empezó realmente una etapa consumista en el que los usuarios empezaban
a pagar importantes sumas de dinero por terminales de alta gama…

Poco a poco fueron entrando en el mercado nuevos
terminales de características similares al iPhone y posteriormente le siguieron
la segunda versión del terminal de Apple así como la entrada en escena del iPad. Para esa época, mucha gente hacía
colas para comprar una tableta de 500€ y era difícil no conocer a alguien que
no tuviera en sus manos un iPhone
y/o un iPad. Hoy en día ya hablamos
de Smartphone en lugar de teléfono móvil.
En tan solo 6 años, Apple ya ha sacado al mercado 6 versiones diferentes del iPhone y los usuarios los han seguido
comprando. Lo mismo han hecho otros fabricantes como Samsung, que han ido
actualizando sus terminales y han seguido manteniendo el nivel de venta.
Todo esto llega hasta hoy, en el que la mayoría de
compañías ya no regalan terminales con las altas nuevas y los que lo hacen,
obligan al usuario a tener una permanencia de 24 meses y pagar parte del móvil.
En consecuencia, han disminuido los cambios de compañía y la venta de teléfonos
móviles, ya que el móvil más sencillo no nos cuesta menos de 100€.
En los últimos meses hemos visto como los grandes fabricantes de Smartphones (Samsung, Sony, LG, HTC o el mismo Google),
han lanzado al mercado terminales de
alta gama (quizás muchos de ellos con excesivas prestaciones para las
necesidades de los usuarios) y muchos de ellos tienen un precio de mercado de
entre 600€ y 700€, precios hoy en día prácticamente prohibitivos y que en la
mayoría de los casos superan el precio de un portátil o cualquier tableta del
mercado. Evidentemente, la mayoría de usuarios que antes por el motivo que
fuera podían cambiar de teléfono móvil o Smartphone una vez al año, es
impensable que lo puedan hacer en la actualidad. Quien sabe, si este afán por
ser el fabricante más fuerte hará que estas grandes compañías se estén
equivocando y estén realizando fuertes inversiones en I+D por sacar terminales
cada vez mejores y que difícilmente podrán vender en el mercado actual. ¿Se avecina una crisis del Smartphone?...
El tiempo lo dirá.
Y vosotros… ¿Qué Opinais?
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